1. La Misión del Equipo de Alabanza:
1Cr 23:30 y para asistir cada mañana todos los días a dar gracias y tributar alabanzas a Jehová, y asimismo por la tarde;
“Nuestro propósito es glorificar y dar gracias a Dios a través de la alabanza y la adoración”.
Nuestra motivación principal al servir en el equipo de alabanza, debe ser glorificar al Padre con nuestra gratitud y adoración. Cantamos y tocamos instrumentos para agradecer y adorarle por lo que Él ha hecho, hace y hará en nuestras vidas.
a. La distinción “alabanza”:
Jer 31:7 Porque así ha dicho Jehová: Regocijaos en Jacob con alegría, y dad voces de júbilo a la cabeza de naciones; haced oír, alabad, y decid: Oh Jehová, salva a tu pueblo, el remanente de Israel.
- Comprendemos la alabanza como el contexto de regocijo, alegría, júbilo y declaración de las grandezas de nuestro Dios.
- La alabanza también es un instrumento de guerra espiritual (Isaías 30:32).
Josué 6:20 Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron.
“Nuestras batallas deben ser primeramente ganadas en lo espiritual y luego en lo natural.”
Los espíritus inmundos no pueden soportar la alabanza porque no soportan estar ante la presencia del Señor, y el Señor habita en medio de las alabanzas de su pueblo. (Mt 8:29-31).
2Cr 20:22 Y cuando comenzaron a entonar cánticos y alabanzas, el Señor puso emboscadas contra los hijos de Amón, de Moab y del monte Seir, que habían venido contra Judá, y fueron derrotados.
b. La distinción “adoración”:
2Cr 29:28 Y toda la multitud adoraba, y los cantores cantaban, y los trompeteros sonaban las trompetas; todo esto duró hasta consumirse el holocausto.
Entendemos la adoración como una parte esencial del culto donde la intimidad con el Señor se torna una realidad palpable, pero también como un estilo de vida de obediencia y sumisión a la palabra de Dios.
c. La alabanza, senda hacia la presencia de Dios:
Sal 100:4 Entrad por sus puertas con acción de gracias,
Por sus atrios con alabanza;
Alabadle, bendecid su nombre.
Seguimos el principio del Salmo 100:4 para ministrar al Señor. Comenzamos con alabanzas y preparamos el ambiente y nuestros corazones para el tiempo de adoración. Este principio no invalida la posibilidad de comenzar el servicio con adoración.
Sal 22:3 Pero tú eres santo,
Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
Sin lugar a dudas, aquí se enseña una de las cosas más notables de la alabanza honesta y sincera: la alabanza traerá la presencia de Dios. Aunque Dios está presente dondequiera, hay una manifestación única de su dominio, que se revela de manera particular en una atmósfera de alabanza. Aquí encontramos el remedio para los momentos cuando nos sentimos solos, abandonados o deprimidos. La palabra «habitar» (del hebreo yawshab significa «sentarse, permanecer, establecerse, o casarse». Es decir, Dios hace más que visitarnos cuando le alabamos, su presencia permanece con nosotros y establecemos una relación cada vez más fuerte con él.
2. Los requisitos para servir en el equipo de alabanza:
a. Tener un corazón cercano a Jesús
Mat 15:8 Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí.
b. Tener las competencias
1Ch 15:22 Y Quenanías, principal de los levitas en la música, fue puesto para dirigir el canto, porque era entendido en ello.
3. Principios básicos de conducta:
a. Obediencia y Sumisión
Rom 13:1 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.
Rom 13:2 De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.
“Bajo obediencia y sumisión hay bendición”. La sumisión tiene que ver con obedecer no solo cuando uno está de acuerdo, sino también, cuando uno no está de acuerdo con la decisión. No jugamos el juego de querer tener la razón, sino que nos comprometemos con la bendición de Dios al sujetarnos y al obedecer a nuestras autoridades aun cuando nosotros tal vez tengamos la razón.
Esto no significa que no se puedan abrir espacios de conversación y exponer los puntos de vista propios, pero la primera y última opción, de acuerdo a la palabra, es una actitud de obediencia.
b. Humildad
Sal 138:6 Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos.
El orgullo y la altivez, en sus diferentes manifestaciones, nos alejan de Dios. Jesus vino al mundo para servir y no para ser servido. Asi también nosotros participamos en el equipo de alabanza para servir a Dios y a la iglesia con los dones que el Señor nos ha regalado.
c. Santidad
2Co 7:1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Nuestro compromiso esta con alejarnos de todo tipo de pecado que pueda contaminarnos y contristar al espíritu santo que mora en nosotros. Si caemos, no perseveramos en la práctica del pecado, sino que rápidamente nos arrepentimos y clamamos por su perdón.
d. Puntualidad:
“Una vez puede ser casualidad, dos veces, ya es dudoso… tres veces, ya es un patrón”.
Hay gente que alguna vez llega tarde, pero hay gente que alguna vez llega temprano. Llegar tarde perjudica al equipo en su conjunto, si un baterista llega tarde, por ejemplo, se dificulta el ensayo de las canciones de alabanza.
Todos tenemos situaciones que pueden afectar nuestra llegada en horario al ensayo o culto, pero también todos tenemos celulares para poder avisar. Dios también nos dio la capacidad de prever ciertos asuntos y de establecer prioridades en nuestra agenda.
4. La oración
Hch 16:25 Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
Hch 16:26 Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.
Luc 6:12 En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.
Creemos firmemente en la oración como un aspecto inseparable de la alabanza y adoración. A través de la oración, el poder de la alabanza se potencia, el ambiente es impactado y las cadenas espirituales son quebradas. Jesús se apartaba constantemente para orar, y a través de la oración, tenía comunión íntima con el Padre. La oración nos permite alinearnos con el espíritu santo y estar en unidad de espíritu para ministrar en libertad. Es importante orar todos los días, pero también es importante orar e interceder con el equipo que se va a ministrar.
¿Para que dedicar tiempo en oración?:
Nos conecta con Dios
Nos conecta con el resto del equipo
Nos ayuda a soltar las cargas que traemos
Nos ayuda a ver si hay pecado sin confesar
Nos hace más sensibles al espíritu
Nos muestra si hay algo por lo cual interceder
Es el medio por el cual hacemos guerra espiritual
Nos conduce a deleitarnos en la presencia del espíritu santo
Aviva el fuego de nuestros corazones
Nos libra de caer ante la tentación
5. Los ensayos
Así como el pastor dedica horas durante la semana para preparar el sermón, así también nosotros los músicos y cantantes debemos dedicar tiempo y prepararnos para la ministración de la alabanza a través de la práctica, la oración y el ensamble musical.
¿Para que ensayar?
Para probar canciones nuevas (de otros autores y propias)
Para repasar canciones que hace tiempo que no tocamos
Para chequear los acordes
Para verificar los tonos de cada canción de acuerdo al cantante
Para armonizar las voces
Para verificar los sonidos y matices
4. La regla de oro
Luc 6:31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.
Tratamos a los demás como queremos que nos traten a nosotros. A uno le gusta que lo traten con amor y respeto. Uno espera misericordia y comprensión de parte de los demás. A nadie le gusta que lo critiquen, o que murmuren a sus espaldas, recordemos que todo lo que uno siembra, eso mismo cosecha tarde o temprano.
Las relaciones interpersonales y la comunicación
Mat 18:15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, vé y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
Mat 18:16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.
Mat 18:17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
Seguimos el principio de Mateo 18 para relacionarnos con los demás. En caso de conflicto con algún hermano, buscar hablar del asunto en persona, cara a cara, en primer lugar. No es recomendable conversar asuntos complejos por teléfono y mucho menos por chat. Si la primera conversación privada es en vano, buscar a otro u otros hermanos para que presencien una segunda conversación y puedan sacar conclusiones objetivas. Si esa segunda conversación no resultase, llevar el asunto a las autoridades de la iglesia y en última instancia, considerar un cese de la relación.
Manejarse de otra manera, hablando mal del hermano con otras personas, y buscando hacer complot y obviando la conversación en persona, puede traer serias consecuencias personales y ministeriales.